viernes, 23 de mayo de 2014

El llanto del respeto, la olvidada educación

Vivimos en una sociedad en la que hemos olvidado lo que significa la palabra respeto, ya no tenemos modales y las personas han cambiado la cultura por la mentira, la lujuria, el alcohol y las apariencias. ¿Acaso creemos ser mejores por el simple hecho de faltar al respeto a un ciudadano de la tercera edad, o ser la persona que más alcohol es capaz de aguantar? Tristemente la respuesta es afirmativa.

El respeto es la base de la educación y debería ser la prioridad de la sociedad. El problema es la falta de educación, la cual tendría que ser el pilar de la humanidad.  Pero no, actualmente la educación no es la prioridad; la prioridad es la sumisión, ya que de esta manera somos más manejables, y no deberíamos dejarnos aplastar como si fuéramos ratas de alcantarilla. 

Y, ¿qué va ligado al respeto?, los modales, las buenas maneras. Muchos llamarían fascista a todo aquel que crea que en el pasado las personas tenían buenas maneras, y respetaban a sus mayores; bien, es cierto. Con ello quiero decir que debemos olvidar los asuntos políticos porque nosotros no nos ganamos la vida gobernando; nuestro objetivo ha de ser la educación de los futuros ciudadanos, de los futuros líderes. De modo que debemos tomar ejemplo de la educación, la cultura y los modales de épocas pasadas; no digo que sea preciso volver a la época en la que era indecente aquel que daba la mano a su enamorado en la calle, pero si tomar ejemplo.

Para lograr todo esto debemos trabajar duro y ser firmes. No dejarnos avasallar, y la solución es la cultura y la educación.

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