viernes, 2 de enero de 2015

Un Ballo in Maschera

"La gente jamás deja de sorprenderme". Todos conocemos esta sonada frase pero a lo largo del tiempo la hemos usado mayoritariamente de manera negativa, pero que ocurre entonces con las personas que nos sorprenden para bien.

Lo mismo podemos decir de la otra que dice "nunca llegas a conocer del todo a alguien" y que gran verdad. Jamás pensaste que tendría un pasado tan oscuro, sabías que guardaba algo bajo esa capa de misterio e indiferencia, que había algo que explicara la razón de que no se abra del todo contigo y no hable de si mismo. ¿Quién podía pensar que bajo esa fachada de chico duro había un alma delicada y frágil como el cristal? Con el tiempo vais aprendiendo cosas el uno del otro que desconocíais y alguna de ellas ni siquiera cruzaron alguna vez tu mente; ama leer, escribe poesía, le gusta el teatro y una buena taza de té tapado con una manta de lana en un día frío de invierno.


Desearía ser capaz de conocer a una persona tan afondo como a mi misma y que él se de cuenta de las cosas que son especiales e importantes en mi vida, por muy absurdas o banales que puedan parecer. Se puede ser frío y oscuro, pero en el fondo siempre sabes que es una máscara para esconderte y no mostrarte como en realidad eres, quien eres. 


Ya que como dijo Paulo Coelho "Cuando amamos, siempre nos esforzamos por ser mejores de lo que somos. Cuando nos esforzamos por ser mejor de lo que somos, todo a nuestro alrededor se vuelve mejor."

Salud, dinero y amor

El primer día del año damos gracias a todos aquellos que han permanecido con nosotros, que nos han apoyado y han estado ahí de un modo u otro. Pero, ¿qué ocurre con aquellos que nos han echo daño, no vamos a darles las gracias? Si bien puede parecer una idea disparatada, ¿no es cierto que aprendemos más de nuestros errores que de nuestros logros? Gracias a estas personas hemos sido conscientes de los fallos en primera persona.

Es muy sencillo agradecer lo que nuestros seres queridos hacen por nosotros, pero no tanto si nuestra tarea es enfrentarnos a ese lado de nosotros mismos que no nos gusta o a esa compañera del trabajo que tanto te irrita. ¿No has pensado que si no fuera por ella no sabrías cómo controlar tu ira y trabajar en equipo a pesar de quién esté a tu lado?

Por ello quiero dar las gracias a todas aquellas personas a las que no he felicitado a lo largo del año todo lo que han hecho por mi, todas las lecciones que me han enseñado: a ser mejor persona, a tratar con educación y paciencia a aquellos que no me tienen en alta estima o que no me agradan a mi. 

Gracias por ayudarme a crecer como persona un año más. Espero no veros muy pronto.